Un sour tradicional se compone de aguardiente, cítricos y azúcar (y a veces de clara de huevo) y da cuenta de muchos de los cócteles más conocidos de la rotación actual. El estimado grupo incluye clásicos aparentemente dispares como el Daiquiri, el Pisco Sour y Whiskey Sour, así que es un grupo variado.
El Whiskey Sour proviene de mediados del siglo XIX y se cree que apareció por primera vez impreso en la edición de 1862 de la famosa “Jerry Thomas Bartenders Guide”. Además de ser una de las grandes invenciones de los Estados Unidos en materia de cócteles, el Whiskey Sour ha perseverado en el tiempo y sigue siendo muy apreciado. Ha dado lugar a numerosas variaciones, pero quizás ninguna tan popular como el New York Sour.
El New York Sour actualiza la receta del Whiskey Sour (whisky, limón, azúcar y clara de huevo) con un flotador de vino tinto seco. El vino aporta sus cualidades aromáticas y su color rojo intenso a la bebida. Los informes sitúan el New York Sour en la década de 1870 o 1880, aunque durante este tiempo funcionó con otros nombres, como el Continental Sour. Es posible que la New York Sour se creara en Chicago, pero con el tiempo, la etiqueta de Nueva York se aferró y nunca la soltó.
Esta receta procede de Allen Katz, cofundador de New York Distilling Company y gran experto en licores y cócteles. Sugiere como base el whisky de centeno o el bourbon. Un sour con centeno tendrá notas de especias más prominentes que la versión con bourbon, pero ambos destilados funcionan admirablemente. A partir de ahí, el zumo de limón fresco y el sirope simple mantienen el equilibrio del cóctel, mientras que la clara de huevo añade una textura sedosa y una cabeza espumosa. Por último, el vino tinto flota lentamente en la parte superior, proporcionando un llamativo visual además de su sabor seco y afrutado.
El New York Sour es uno de esos cócteles que son relativamente sencillos de ejecutar, pero que tienen un aspecto impresionante y un sabor complejo. Por lo tanto, tiene todas las características que se desean cuando se agitan las bebidas, tanto si se vuela solo como si se sirve a una multitud.