Si puedes hervir agua, puedes hacer sirope simple. El edulcorante básico de los cócteles se gana con creces su nombre, ya que consiste, simplemente, en partes iguales de azúcar granulado y agua. A partir de ahí, las variaciones son infinitas.
Si te gusta que tu edulcorante sea más dulce, puedes probar símil rico, que aumenta la proporción a dos partes de azúcar por una de agua y añade más peso a tus cócteles. Si el azúcar blanco simple no es suficiente, prueba con el demerara, un tipo de azúcar de caña crudo con un sabor más rico.
También puedes infusionar tu sirope simple con innumerables ingredientes -incluyendo especias, hierbas y frutas- en función del perfil de sabor que quieras conseguir. ¿Desea añadir un poco de energía a su Paloma o un poco de fuerza a su Old Fashioned? Pon un par de rodajas de jalapeño o palitos de canela en el sirope. ¿Quieres darle a tus bebidas un toque de vainilla? Simple jarabe de vainilla es la respuesta. ¿Te gusta el jengibre? Ya ves por dónde va esto.
¿La mejor parte? Tu jarabe simple casero, una vez sellado y refrigerado, puede vivir una vida feliz y productiva hasta un mes. Eso son 30 días de agitar, remover, mezclar y beber tus propios cócteles caseros, desde clásicos como el Daiquiri hasta nuevos brebajes que crees sobre la marcha. ¿No suena bien?